OPINIÓN: TRABAJAR POR UNA ALIMENTACIÓN MEJOR PARA TODA AMÉRICA

17.10.2020

Por OSVALDO MERCURI (Diputado del PARLASUR)


Hemos participado como panelista en estos últimos dos días con los países miembros del Parlasur, países de la región, del Caribe y de otros lugares del mundo, donde realmente, en una organización perfecta, realizada por la FAO, NACIONES UNIDAS y el PARLASUR, acerca de las mujeres rurales, afrodescendientes e indígenas que trabajan en forma permanente en, no digo situación de esclavitud, pero sí en condiciones precarias.

Este es un tiempo donde la alimentación, la mala alimentación y la desnutrición están germinando un problema serio para millones de habitantes de América del Sur, de América Latina y del Caribe.

La exposición mía se refirió a la falta de alimentación y a la desnutrición que tiene que ver con tres proyectos que e Parlasur ya votamos y le dimos viabilidad donde hablamos sobre algo que a todo el mundo asombra: que no puede haber niños subalimentados, cuyas capacidades, - sin la alimentación que corresponde-, sabemos que después deriva en obesidad, diabetes, accidentes cerebrovasculares y con problemas de crecimiento. Y eso les impide educarse mejor.


La mala alimentación y la desnutrición están germinando un problema serio para millones de habitantes de América del Sur, de América Latina y del Caribe.

Y esto tiene que ver con las desigualdades de la región. No estoy hablando de Argentina, sino de una región que habitan millones y millones de personas.

Tenemos los instrumentos? si. Hace falta la voluntad política? si. Yo entiendo y quiero creer que fundamentalmente dentro de esta pandemia y de este virus que nos está llevando vida y economías que van a ser muy difíciles recuperarlas, debemos levantar nuestra voz, debemos trabajar para aquellos que están por perder lo que tienen. Debemos trabajar en la alimentación. Trabajar en nuevos cultivos orgánicos. Cultivos que tienen que ver con la agroindustria y eso es fundamental. Esa es la mejor inversión que no es un gasto, sino que es una necesidad para cumplir los preceptos humanitarios que no solamente plantean las últimas encíclicas papales, sino que todo el mundo está reclamando. Sobre todo aquellos que pueden dar y que realmente están dando posibilidades a que se constituyan nuevos trabajos, como decía, a través del campo y de la industria. Y los gobiernos de América Latina, América del Sur y del Caribe tienen que trabajar más y redoblar sus esfuerzos para evitar tanta pobreza. Hace muchos años decíamos cuánta pobreza soporta la democracia. Un libro de mi autoría, donde la indigencia y la pobreza eran mucho menor a la que tenemos ahora y esto se ha agravado a través del tiempo por políticas erróneas, pero también fundamentalmente por este virus que realmente nos está conmoviendo y esperando y poniéndonos al lado de los trabajadores de la salud y de aquellos que trabajan para una vida mejor. Este es mi mensaje que le he querido dar a la comunidad internacional. Lo transmito para ayudar a los que ayudan, pero no a través de un simple acto de voluntad, sino con un acto sublime que todo ser humano debe complementar de manera absolutamente solidaria.