OPINIÓN: LA CIUDAD PLANIFICADA ASISTE A NUEVOS CASOS DE DEGRADACIÓN.

La Plata es conocida por su trazado urbano de avanzada, que el paso del tiempo va mostrando alejarse de sus conceptos más brillantes.

Ahora también lo será por sus plazas tomadas, con autorización para venta de ropa usada, como en Plaza San Martín, frente a la Casa de Gobierno, una zona que alcanzó una fuerte inversión privada en hotelería, gastronomía y venta legal de indumentaria, hoy sorprendentemente aprobada por el gobierno municipal.

Su tradición de vanguardia merece ideas superadoras. Cuenta con recursos y la experiencia de los que desde el primer día instalaron comercios y emprendimientos que abastecieron a los osados pioneros y a todos los que escucharon el llamado de la nueva capital.

El comercio, la vivienda, la producción, la recreación tuvieron sus propios espacios que interactuaron en el crecimiento armónico de La Plata.

Hoy vemos sitios públicos que se pueblan de actividad comercial irregular, de emergencia, sin regulaciones; una respuesta precaria a situaciones de desocupación estructurales.

Esto cambia reglas de juego formales, altera derechos, trastoca hábitos sin dar soluciones de fondo a los problemas que pretende atender. Genera competencia desleal, crea injusticias a la par de no solucionar otras. Sin controles ni fiscalizaciones La Plata se degrada.

El comercio legalmente establecido, representado por sus entidades formales y reconocidas públicamente, sigue participando de cuanto foro de debate requiera su opinión y está dispuesto a sumar su experiencia. Solo hace falta que se lo convoque a trabajar, a hacer aportes y no solo a notificarse de decisiones tomadas sin su participación.

Desde la FELP rechazamos este tipo de medidas inconsultas, sobre todo habiendo hecho públicas estas posturas a lo largo de más de dos décadas de actividad gremial empresaria junto a las Pymes platenses.